Aceptar una contrariedad repentina.
– Admitir la realidad
Los problemas y dificultades aparecen tarde o temprano y de forma más o menos continua en la vida de cualquier persona, y queramos o no cuando dicen de aparecer no podemos hacer nada por evitarlos, lo que si podemos hacer es enfrentarnos a ellos y tratar de poner soluciones.
La felicidad es mucho más que sentirse bien y evitar la tristeza. Los científicos señalan que quienes experimentaban mayor satisfacción con sus vidas y tenían menos síntomas depresivos eran aquellos que sentían emociones que iban acorde al contexto en el que estaban, sin importar que estas pudieran ser desagradables.
Lo importante es admitir la realidad que nos ha tocado vivir, la vida suele estar llena de dificultades, problemas y sinsabores con los que hay que contar, y cuando éstos se abordan de un modo decidido y con energía, no suelen ser tan difíciles de superar como puede parecer en un primer momento. La solución reside en cambiar lo cambiable, aceptar lo que no se puede cambiar y saber distinguir lo uno de lo otro.