Las personas realizadas son simplemente normales.
Las bebidas fuertes, los alimentos pesados, los olores exagerados, los platos recargados no son realmente sabrosos; el verdadero sabor es delicado.
No formules palabras sin sentido, no lances al aire retórica que ni tu mismo te escuchas.
Si estás realmente en tu centro de sensatez sabia no despertarás jamás esa sensación de incomodidad en los demás.
Las personas han de tener un sentimiento de urgencia en los momentos de ocio y una actitud de descanso cuando están ocupadas.
Parece que la voluntad se clarifica con la sencillez, mientras que la conducta se arruina con el desenfreno.