Preocuparse ocupa nuestro cerebro, centrándose en un futuro incierto que no podemos controlar.
Entrena a tu cerebro para dejar de preocuparse
1. DETENER TU CEREBRO DE LA PREOCUPACIÓN Al ESCRIBIRLO
Cuando se está entrenando al cerebro para dejar de preocuparse, se dice que ésta técnica es la más importante. Si tu cerebro se mantiene alerta durante la noche pensando en algo, escríbelo en un papel o en formato electrónico. Si lo haces, permitirá a tu cerebro un suspiro mental de alivio por no tener que gastar energía tratando de recordar esos detalles.
Anotarlo también es una manera de que pongas a tu cerebro en aviso al decirle: ‘esto es lo suficientemente importante como para escribirlo‘. Tu cerebro habrá sido alertado de poner recursos hacia la solución de este problema en lugar de estar preocupado o tener que recordar esa cosa importante que le preocupa.
2. MEDITAR PARA TENER UN CEREBRO SIN PREOCUPACIONES
La meditación puede ayudar a entrenar tu cerebro para dejar de preocuparse. La meditación es especialmente buena para la reducción de la ansiedad cognitiva, o preocupación. Aunque algunas personas creen que no tienen tiempo para meditar, la meditación es tan fácil como elegir cerrar los ojos en este momento durante 30 segundos o más. El acto de elegir no prestar atención a otras fuentes de estrés es un paso activo para entrenar su cerebro para dejar de preocuparse.
Unos pocos momentos en donde se elige conscientemente evitar cualquier ruido no natural en su vida te permitirán conseguir centrarte en torno a lo que es más importante para ti, ahora y en el futuro. Los pensamientos preocupantes pueden venir aún mientras meditas, y esto es normal. Aquellos que han dominado el arte del entrenamiento cerebral para dejar de preocuparse recomiendan observar los pensamientos preocupantes cuando entran en la mente y simplemente observándolos pasan como nubes en un día ventoso.
3. EJERCICIO PARA ENTRENAR A SU CUERPO Y CEREBRO PARA DEJAR DE PREOCUPARSE
La preocupación es cómo el cerebro aprende a sobrevivir con la decisión de activar el sistema de lucha o huida. Si un puma salta cerca nuestro, sentiremos algo como una descarga de adrenalina. Esta respuesta de miedo es lo mismo que le que está sucediendo a tu cuerpo cuando tu te preocupas, aunque en un nivel mucho más bajo durante un período de tiempo más largo.
El ejercicio, es bueno para cuando tu cuerpo siente síntomas de ansiedad y nerviosismo. Si tu cuerpo siente menos los síntomas físicos del estrés, tu mente va a interpretar que debe haber menos de lo qué preocuparse porque el cuerpo no está en un estado de aumento de excitación.
El ejercicio parece dar al cuerpo una razón secundaria para la aceleración del ritmo cardíaco y la transpiración para que lo podamos sentir en un nivel pequeño cuando nos preocupamos. El ejercicio puede ayudar a disminuir la presión arterial, que es otro de los síntomas físicos de estrés en el cuerpo. Si puedes identificar que te está preocupando, de un paseo de 5-10 minutos, en el exterior si es posible. Aprecia las vistas y los sonidos de la naturaleza mientras te centras en el movimiento de tus extremidades y la respiración.