Psiconeuroinmunologia (PNI) – Los estados emocionales pueden alterar la respuesta inmunitaria y afectar el desarrollo (curación o empeoramiento) de muchas enfermedades.
Una de las formas como influyen los procesos psicológicos en la salud, es a través de las emociones. Tanto las emociones positivas (alegría, buen humor, optimismo) como las negativas (ira, ansiedad) y el estrés influyen en la salud. Las emociones perturbadoras influyen negativamente en la salud favoreciendo la contracción de ciertas enfermedades, ya que hacen más vulnerable el sistema inmunológico, lo que no permite su correcto funcionamiento. Las emociones positivas son un beneficio par nuestra salud, ya que ayudan a soportar las dificultades de una enfermedad y facilitan su recuperación …
La comunicación entre las emociones, la bioquímica cerebral y el sistema inmunitario se produce a través de mensajes químicos, mediante las siguientes sustancias:
NEUROTRANSMISORES que posibilitan la conexión entre las neuronas a nivel de sinapsis, facilitando la transmisión de mensajes en el cerebro. Entre ellos están relacionadas con el bienestar y el sentirnos bien: la serotonina, la dopamina, la noradrenalina y las endorfinas; estas últimas son liberadas por el ejercicio físico.
HORMONAS vertidas en la sangre y que están segregadas por ciertas glándulas.
PÉPTIDOS son complejos proteínicos que sirven de apoyo para la producción de anticuerpos para la regulación del comportamiento, el humor y la salud en general.
CITOQUINAS son péptidos producidos por células del sistema inmunitario relacionadas con respuestas como la fiebre, somnolencia, desinterés social, pérdida de apetito, etc.
Inteligencia emocional – Psiconeuroinmunologia
1) Las emociones positivas (optimismo, auto-confianza, sentirse feliz, estar alegre, esperanzado, reír,…) mantienen o recuperan el equilibrio del organismo, preservando la salud. Pueden ser un factor de prevención de ciertas enfermedades víricas.
Casi tan importante como el latir del corazón es el «latir» positivo de la mente. Ser buena gente, amar sin medida e incondicionalmente y dedicar la existencia a disfrutar haciendo el bien es la mejor garantía de salud física, mental, psíquica y afectiva.
Bernabé Tierno. La fuerza del amor
En cuanto los niños reciben amor y cuidados, cariño y afecto, besos, abrazos y caricias, sus cuerpos responden produciendo a raudales, de manera natural, hormonas de crecimiento.
Con una dieta adecuada, ejercicio físico, dormir lo suficiente y tener una actitud positiva ante la vida, se controlan mejor los factores de riesgo cardiovascular como el tabaquismo o el abuso del alcohol. Estas personas son optimistas y tienen confianza en sí mismas, no pierden la esperanza y hacen lo que sea preciso para recuperarse.
Las personas casadas tienen una esperanza de vida más larga que las que viven solas, lo cual parece deberse a que las condiciones positivas de la vida en pareja tienen algún efecto beneficiosa sobre la salud.
2) Las emociones negativas (especialmente, ira, ansiedad, depresión) son destructivas y promueven enfermedades, recaídas, agravamientos, recurrencias, consumo de drogas, practicar sexo con riesgo, desórdenes en la comida (anorexia), etc.
Entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
– ¿Qué es la Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
– ¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
– ¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
– ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
– ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.