La primavera es una época en la que todo florece, el sol brilla más y podemos quitarnos la ropa de invierno.
Todo parece ponerse a nuestro favor, sin embargo hay mucha gente afectada por la astenia primaveral.
La astenia primaveral
Los síntomas de la astenia, son: abatimiento, cansancio, tristeza.
No te dejes vencer por estas incomodidades, la tristeza se irá desvaneciendo como la nieve ante la caricia cálida del sol.
Si estás triste, no le des más cuerda al abatimiento, levanta tu ánimo! Actúa como una persona feliz, y esta emoción se irá convirtiendo en una actitud permanente.
10 consejos útiles para hacer aliviar sus síntomas
Vigila tu dieta. Es un pilar básico a la hora de intentar combatir la astenia. Así, conviene aumentar la presencia de cereales, legumbres, frutas y verduras de temporada. Es decir, aumentar el consumo de hidratos de carbono y reducir el consumo de grasas. Además, es bueno consumir productos integrales, ricos en fibras y vitaminas del grupo B, aumentar el consumo de ácidos grasos poliinsaturados, como los Omega 3 que se encuentran mayoritariamente en los pescados azules y consumir alimentos con probióticos que ayuden a reforzar el sistema inmunológico. Mientras, conviene evitar los llamados azúcares rápidos: bollos, pasteles, etc, las grasas saturadas, los fritos y las comidas muy elaboradas o las salsas.
Las comidas, a su hora. Conviene repartirlas en cinco tomas si pasan más de cuatro horas de una a otra. Entre horas es mejor consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales como frutas, zumos de hortalizas o yogures.
Buen descanso. El sueño debe ser reparador y es conveniente dormir al menos 8 horas. Las cenas deben se ligeras y se tomarán al menos dos horas antes de acostarse, para que la digestión no interfiera en el sueño.
En forma. Los expertos recomiendan de media a una hora de ejercicio diario para liberar endorfinas. Pasear, nadar, bailar, montar en bicicleta o hacer yoga son opciones al alcance de todos.
Di no a las sustancias estimulantes. Intenta no abusar del alcohol, el tabaco y las bebidas excitantes, como el café y el té, que pueden sustituirse por infusiones o equivalentes sin cafeína.
¡Más agua! Hay que consumir una cantidad suficiente de agua al día, ya que favorece la función renal e intestinal. Disponer de una botella de agua en un lugar fresco y visible es la mejor forma de obligarse a tomar la cantidad necesaria. Siempre se puede sustituir o complementar con infusiones, zumos y caldos.
Pequeños paréntesis. Siempre que sea posible, es bueno hacer pequeños descansos de cinco minutos cada hora durante la jornada laboral para que ésta se desarrolle de una forma más relajada.
Aprovecha el aire libre. Es una buena idea prolongar la actividad en el exterior mientras dure la luz solar, para facilitar la adaptación a la estación, así como tomar el aire y el sol. Hay que aprovechar las horas de luz natural para salir, lo que potenciará el optimismo.
Relájate. Una buena opción es practicar alguna técnica de relajación o meditación. Yoga, tai chi… contribuyen a liberar tensiones.
¡Siempre en positivo! La actitud es fundamental. Lo has oído mil y una veces, pero es que es cierto. Busca siempre el lado bueno de las cosas.