La actitud mental que hemos de tener durante el ejercicio de relajación, consiste en mantener la atención despierta y tranquila, ya que la concentración es el eje de la relajación.
La concentración el eje de la relajación
Es difícil evitar la interferencia de pensamientos, imágenes, recuerdos. Cuando esto ocurra debemos dejar pasar los pensamientos como si de una película se tratara, no debe uno implicarse en ellos, poco a poco gracias a la práctica constante, la mente se irá estabilizando y la atención mental podrá dirigirse y mantener a voluntad durante el tiempo necesario
La respiración es un instrumento fundamental para que nuestro organismo consiga un estado de relajación adecuado, tanto desde el punto de vista físico (muscular), como desde el punto de vista mental (emocional).
Existe un vínculo bidireccional entre las emociones y el estado de los músculos.
Un músculo relajado envía información sobre su estado a la mente (cerebro), a la vez que ésta se beneficia de este estado y puede influir a su vez para que el músculo se relaje.
Es imposible relajarse mentalmente si no lo hacen también los músculos, así como también es imposible relajarse muscularmente si no logramos una relajación mental.
Pensamiento limpio y relajado
El estado mental se irá transformando a medida que se avance, hasta el punto que la mente se mantendrá completamente tranquila y despierta sin pensamiento alguno.
Llegando a este estado de gracia, se llega a alcanzar una paz y serenidad, que producirá una profunda transformación de nuestra personalidad.