Cada día se sabe más acerca del origen de la fibromialgia.
El sistema nervioso autónomo – La importancia de la serotonina – Dolor enfermedad invisible
La importancia de la serotonina Fibromialgia
He leído un libro del doctor Martínez Lavin donde explica los avances de la investigación.
Aquí os explico de la forma menos latosa posible donde empieza «la madre del cordero».
El sistema nervioso autónomo es el ying y el yang de nuestro cuerpo. Es la representación biológica de este concepto oriental de equilibro.
La desregulación del sistema nervioso juega el papel primordial en el desarrollo de la fibromialgia ya que es el encargado de mantener el equilibrio funcional de nuestro organismo.
Mantiene y nivela la presión arterial, la frecuencia del pulso y de la respiración así como el funcionamiento normal de todos los órganos internos. Es el verdadero ying-yang de nuestro cuerpo.
Trabaja en relación estrecha con el sistema endocrinológico encargado de la producción de hormonas. Hasta hace pocos años el funcionamiento del sistema nervioso autónomo era difícil de medir, la situación ha cambiado radicalmente con el advenimiento del análisis cibernético de la variabilidad de la frecuencia cardiaca.
El centro del funcionamiento del sistema nervioso autónomo está localizado en el tallo cerebral y en las zonas del cerebro denominadas hipotálamo y tálamo..
El sistema nervioso tiene dos ramas. Una rama, aceleradora, que el el sistema nervioso simpático. Esta rama se ocupa de poner en marcha el «estado de alerta» (listo para la pelea o la huida). El sistema simpático trabaja mediante la secreción de la adrenalina.
La otra rama es la parasimpática que tiene acciones que favorece el sueño y la digestión. La parasimpática trabaja mediante la secreción de acetilcolina.
Dolor enfermedad invisible
La actividad de las dos ramas sigue los ciclos día-noche.
Es decir, durante el día predomina la actividad simpática lo que permite al sujeto estar activo y listo para reaccionar ante las demandas físicas e intelectuales que exige el día a día.
Durante la noche prevalece la actividad parasimpática, que favorece el sueño y el descanso reparador
El sistema nervioso autónomo es el que se encarga de funciones tan elementales como evitar que nos desmayemos al ponernos de pie.
Algo tan sencillo remueve el organismo haciendo que al erguirnos, la fuerza de gravedad tiende a disminuir la irrigación sanguínea del cerebro, ya que se acumula en las venas de las piernas.
En este caso que ponemos por ejemplo, el sistema simpático es el que se encarga de evitar el descenso de la presión arterial en la cabeza ya que segrega inmediatamente adrenalina, con lo cual se produce el justo esquilibro ying y yang para nuestro organismo.
La desfunción del sistema nervioso autónomo explica que la fibromialgia sea mucho más que un dolor.
Neurología
Los neurólogos apuntan apuntan que «estas investigaciones muestran que los pacientes con fibromialgia tienen anormalidades dentro de las estructuras centrales del cerebro».
El dolor fibromiálgico es un dolor “neuropático” , es decir que el problema fundamental está en los nervios encargados de transmitir el dolor.
Dicho dolor se acompaña de sensaciones anormales tales como quemazón, hormigueo, calambres, molestia al usar ropa apretada, irritación ante el contacto de las prendas.
La fatiga es una constante diaria, el desajuste de las dos ramas del sistema nervioso produce la sensación de que «se acaba la gasolina», «se gastan las pilas».
Las personas se sienten ofuscadas, con dificultad para concentrarse y tener un pensamiento claro.
Se ve afectada la memoria reciente y resulta difícil encontrar las palabras adecuadas.
– Sequedad en la piel, en los ojos.
– Palpitaciones y dolores en la zona del corazón.
– Mareos, vértigo.
– Manos y pies fríos. Sensación de frío penetrante en los huesos.
– Cistitis intersticial, es decir los pacientes tienen que levantarse varias veces por la noche para orinar y durante el día tienen la sensación urgente de ir al lavabo aunque orinen muy poca cantidad.
– Ansiedad, tristeza y depresión.
– Dolores musculares principalmente en cervicales y lumbagos.
– Fuertes y constantes dolores de cabeza.
Estos son algunos de los síntomas a los que no escapan las personas que padecemos esta enfermedad.
Síndrome de Fatiga Crónica y Serotonina
El nombre de serotonina se deriva de sus primeras funciones descubiertas, que consiste en estrechar los vasos sanguíneos; “sero” viene de “suero”, que es un componente de la sangre. Irregularidades en el flujo sanguíneo se han observado en estas dos condiciones:
En la FM, las investigaciones muestran patrones anormales de flujo sanguíneo en el cerebro, con más de lo normal en algunas zonas y menos de lo normal en otras. No sabemos los efectos concretos de esto, pero los investigadores saben que el flujo de sangre tiene un impacto significativo en la función cerebral.
También en la FM, algunos investigadores teorizan que los horribles dolores de quemazón que sentimos se deben a la isquemia (deterioro del flujo sanguíneo), que básicamente significa que el área «se duerme» y luego que regresa la sangre, se sienten como piquetes de alfileres y agujas dolorosas, a medida se recobra la sensación en el área.
En el SFC y en menor grado en la FM, algunas investigaciones han demostrado bajo volumen sanguíneo, lo que deja a las células hambrientas por oxígeno y nutrientes. Imagina estar a mucha altura, luchando por recuperar el aliento luego de pasar todo el día sin comer. Eso es lo que le puede estar pasando a cada célula de tu cuerpo.
En este momento no disponemos de una investigación específica sobre la posible relación entre la disfunción de la serotonina y esas irregularidades, pero ciertamente es una conexión que parece lógica.
La relación de la serotonina con la fibromialgia no se entiende completamente, pero parece ser bastante sencilla. No así para el SFC. Esta es un área donde hay que investigar las condiciones por separado.
La creencia común es que, al igual que la FM, el SFC implica bajos niveles de serotonina. Los síntomas son consistentes. El hecho de que los tratamientos que afectan la serotonina funcionan en algunas personas con esta afección también sirve de apoyo. Sin embargo, no es tan simple. De hecho, la investigación del papel de la serotonina en esta condición es suficiente para provocar un cortocircuito en cada una de tus células cerebrales.
Tenemos algunas pruebas que demuestran que el sistema de producción de la serotonina está sobrecargado y algunos muestra dos subgrupos basados en función de la serotonina – uno con altos niveles y otro con niveles normales. Uno podría pensar que al menos para el primer subgrupo, sería necesario bajar los niveles de serotonina. Como de costumbre, el SFC suele desafiar a la lógica.
Eso es porque también tenemos evidencias que muestran débiles señales de transmisión relacionadas con la serotonina en el sistema nervioso central. La condición parece mostrar una producción hiperactiva, pero un bajo funcionamiento.
Está el cuerpo produciendo más serotonina para compensar una deficiencia en su uso, como un diabético tipo 2 que necesita insulina adicional para continuar el funcionamiento normal? Si es así, hay algunas áreas inundadas con serotonina, mientras que otros están privadas de ella? ¿Será que el exceso de serotonina está restringiendo los vasos sanguíneos y la sangre no puede moverse correctamente? Aún no tenemos respuestas, y la investigación ser confusa por la falta de subgrupos adecuados y coherente, a pesar de que la investigación sugiere que existen subgrupos existen y son muy diferentes unos de otros. Esto ciertamente podría explicar las diferencias en cómo las personas con SFC reaccionan a los tratamientos que afectan la serotonina.
¿Que significa todo esto?
Se sabe que la deficiencia de serotonina se asocia con muchos síntomas físicos y psicológicos. Algunos ejemplos de síntomas físicos incluyen: fatiga (a pesar de un descanso adecuado), trastornos del sueño, cambios en el apetito, sofocos y cambios de temperatura y dolores de cabeza. Ejemplos de síntomas psicológicos incluyen: cambios en la libido, trastornos del estado de ánimo, depresión e irritabilidad. Y cuando los niveles de serotonina son extremadamente bajos, los síntomas adicionales pueden incluir: calambres musculares, problemas del intestino y la vejiga, procesos de pensamiento rápido e incontrolable, entumecimiento emocional, estallidos emocionales o arrebatos, fantasías de escape, memoria torturante (insistir en revivir experiencias traumáticas), pensamientos de hacerse daño a sí mismo o a otros.
La conclusión es que, de alguna manera, la mayoría de nosotros tenemos una desregulación de serotonina de algún tipo, y parece probable que contribuya a las anormalidades del flujo sanguíneo que puede causar una variedad de nuestros síntomas. Esto es algo a tener en cuenta al momento de sopesar los efectos de los tratamientos, ya que para nosotros es realmente la única manera de aprender sobre nuestros grados individuales de desregulación de la serotonina.