Fuera del cielo no hay vida. La vida se encuentra alli donde Dios la creo. En cualquier otro estado que no sea el Cielo la vida no es mas que una ilusion. En el mejor de los casos parece vida en el peor muerte.
Ambos son no obstantes juicios acerca de lo que no es la vida, identicos en su inexactitud y falta de significado. Fuera del Cielo la vida es imposible, y lo que no se encuentra en el cielo, no se encuentra en ninguna parte.
Fuera del cielo, lo unico que hay es un conflicto de ilusiones, de todo punto insensato, imposible y mas alla de la razon, aunque se percibe como un eterno impedimento para llegar al Cielo. Las ilusiones no son sino formas. Su contenido nunca es verdad. Las leyes del caos gobiernan todas las ilusiones. Las formas que estas adoptan entran en conflicto, haciendo que parezca posible concederle mas valor a unas que a otras.
Sin embargo cada una de ellas se basa, al igual que todas las demas, en la creencia de que las leyes del caos son las leyes del orden. Cada una de ellas apoya dichas leyes completamente y ofrece un testimonio inequívoco de que son verdad. Las formas de ataque que en apariencia son mas benevolas no son menos inequivocas en su testimonio o en sus resultados. Es indudable que el miedo que engendran las ilusiones se debe a las creencias que las originan y no en su forma. Y la falta de fe en el amor, sea cual sea la forma en que se manifieste, da testimonio de que el caos es la realidad. La fe en el caos es la consecuencia inevitable de la creencia en el pecado.
Cualquier forma de ataque te planta en la tortuosa escalera que te aleja del cielo…