¿Nos hemos parado a pensar que puede significar esto? Nos convertirán ser humano en un móvil, tablet y cámara andante o en unas personas sin personalidad que saben de todo con sólo buscarlo en Google.
Nadie se daría cuenta de cuando las usamos y cuando no, podemos estar doctorados en cualquier material.
La vida real se convertiría en un juego en el que el único objetivo sería lograr achievements o badges a lo Foursquare (Gamificación)
Lo que hiciésemos quedaría grabado, seguramente, siendo propiedad de Google. Lo que implicaría que nuestra privacidad sería inexistente y todas nuestras acciones se podrían usar en nuestra contra.
No tendríamos necesidad de estudiar, pues lo podríamos buscar en internet directamente, con lo cual, todos sabríamos sobre todo y no habría ni charlas, ni cursos, ni escuelas. Quizá, como mucho, habría cursos de cómo usar las gafas/lentillas.
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[/one_half] [one_half_last]Nos crearía una gran dependencia y el día que fallasen no sabríamos hacer las cosas sin ayuda, provocando un caos. Además si hubiese monopolio de este producto, toda la sociedad dependería de una empresa. Aunque con la cantidad de servicios que tiene ya, se podría decir que casi ya estamos así. Y si no lo crees, piensa ¿Qué pasaría si desapareciese Google?
Compraríamos cosas que seguramente no fuesen materiales, como en el ejemplo de este video, que en realidad, posee más cosas inmateriales que solo puede ver la gente que tiene eso implantado, que cosas materiales.
[/one_half_last] Resumiendo, que sí, están muy bien y son muy útiles, pero no podemos depender solo de un objeto o de una empresa. Hay que ver antes cuales son las consecuencias antes de lanzarnos a usarlas. Por el momento, ya hay sitios donde quieren prohibir el uso de estas gafas.
Teniendo en cuenta que los smartphones ya han supuesto un disparador de la abstracción, lo que puede comprobarse en videos de Youtube donde un chico cae por un sumidero por no prestar atención a sus pasos absorbido por su teléfono o, en primera persona, al entrar en un vagón de metro lleno de zombies incapaces de levantar la vista de las pantallas, es fácil imaginar hasta qué punto puede llegar a distraer una pantalla puesta ininterrumpidamente frente al ojo del usuario y que atraerá la atención ante cada llamada entrante, mensaje, mail o cualquier notificación. Google, posiblemente, ha sobreestimado la capacidad humana de visión y atención.
No se trata de que las Google Glass no puedan ser útiles. Hay entornos laborales, por ejemplo, donde el usuario podrá utilizar la tecnología de las apps sin perder la autonomía de sus manos tanto como con un smartphone. Aunque para navegar por los menús sea necesario manipular la patilla de las gafas, así que tampoco son el dispositivo ‘manos libres’ definitivo.
– Carolina Bugallo –
Las Google Glass son, seguramente para muchos, uno de los productos más impactantes que se han anunciado en los últimos tiempos. Es cierto que millones de personas se quedaron deslumbradas con aquel vídeo promocional que convertía prácticamente al ser humano en un teléfono, ordenador y cámara andante, pero precisamente esa posibilidad, la de ir más allá de los dispositivos ordinarios, es lo que ha despertado la ira de fuertes detractores.
‘Stop the Cyborgs‘ es una plataforma creada por un grupo de activistas que quieren prohibir las gafas de Google en lugares públicos.
Tampoco es la primera vez, desde que se habló de estas gafas de realidad aumentada, que alguien muestra abiertamente su desconfianza. A principios de este mes fue un bar de Seattle el que directamente implantó una norma que vetaba explícitamente el uso de este dispositivo incluso antes de que se lanzase.
Después de este incidente, las quejas se están haciendo oír más. Ahora varios usuarios se han movilizado para impedir que se extienda el dispositivo y avisan de las “graves consecuencias” que a su juicio podría tener el producto de Google.
Desde ‘Stop the Cyborgs‘ se advierte de que las Google Glass podrían incurrir en la privacidad de las personas y que, de hacerse común su uso, la humanidad tomará sus decisiones solo a raíz la información que les proporcionan las gafas.
Denuncian que el auge de los smartphones y las tablets ya ha puesto de manifiesto el control de los dispositivos y las redes sobre los seres humanos y exhortan a ponerle freno mediante el uso de su señal de prohibición en hogares, restaurantes, tiendas, etc.
Los peligros de Google Glass
Entre los argumentos de la plataforma se cita la desconfianza que genera el uso de las gafas. Parece cierto, y es que realmente no podremos saber si un usuario de las Google Glass nos está grabando mientras hablamos con el, a diferencia de una persona con smartphone, por ejemplo, que siempre tiene que sujetar el terminal para sacar fotos o hacer un vídeo.
Estas gafas también plantean el conflictivo tema de la privacidad de cada persona. Sus usuarios podrán acceder a todo tipo de perfiles en redes sociales al mismo tiempo de conocer a un individuo ya que cuentan con reconocimiento facial y de voz, entre otras funciones.
Pero la misión de ‘Stop the Cyborgs’ no queda ahí. La campaña comienza por las gafas, y luego se extenderá a otros productos que a su juicio son peligrosos para la humanidad.
Por un lado la conexión del móvil a internet ha propiciado una tendencia a un consumo compulsivo de información, marcado por la interrupción y la consulta constante del teléfono. Glass puede propiciar que esto llegue a un nuevo nivel, facilita este “siempre cada vez más atentos a una pantalla”, acercando el patrón a un comportamiento alienante evasivo de lo cercano físicamente.
Yendo un paso más allá, muchas visiones distópicas han coincidido con la existencia de ese “gran hermano” que todo lo ve. De hecho la presencia de cámaras de vigilancia en las ciudades es un tema de queja recurrente por parte de los defensores de la privacidad de los ciudadanos.
[one_half][/one_half] [one_half_last]Una humanidad equipada con gafas que todo lo ven y todo lo pueden grabar deja en un juego de niños la grabación por parte del estado de lo que sucede en la calle: multiplica los ángulos, llega a todos los rincones públicos y privados, está siempre conectada.Se despierta mucha curiosidad por saber cómo integraremos Google Glass en las costumbres.
Si alguien llega a una reunión con las gafas puestas ¿qué pensaremos? ¿Sentiremos que nos podría estar grabando? ¿Le diremos algo o quizás, con el tiempo, nos acostumbremos y lo aceptaremos?
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Decálogo para llevar las gafas
Este es el decálogo para no ser un cretino usando las Google Glass :
No seas grosero o perturbador: Lo primero, respetar a los demás. Si hace falta, explicar a los demás qué estás haciendo con tus gafas interactivas. Allí donde no se permiten cámaras ni teléfonos, tampoco las gafas, claro. Si hay que apagar los móviles, las gafas también. Si alguien se inquieta mucho, Google aconseja ofrecerles una demostración del dispositivo.
Asume que llamarás la atención: Las Google Glass son un dispositivo nuevo que llaman la atención de la gente. Hay que ser realistas, por lo que Google aconseja a los usuarios que guarden las formas ante las preguntas que la gente les pueda hacer sobre las gafas. Si crees que alguien te interrumpirá durante algo que estés haciendo con las gafas, déjatelas en el cuello o en tu bolso.
No las lleves para hacer deportes de riesgo: Es de cajón, pero no está de más el consejo, sobre todo si se piensa hacer esquí acuático o ‘puenting’.
Con moderación: Si se usan en exceso se acaba teniendo un aire así como de alienígena, un bicho raro respecto al resto del mundo. Hay cosas que son preferibles hacer con pantallas mucho más grandes.
Intercambia información con otros usuarios: Google creó el Programa Explorador como un lugar de encuentro de los todos los usuarios de las gafas interactivas.
Recuerda que siempre puedes bloquearlas: Como cualquier dispositivo móvil, las Google Glass se pueden bloquear con un código de acceso con el fin de que si se pierden o son sustraídas nadie pueda hacerse con la información personal del usuario. En esos casos, se puede eliminar la información de forma remota desde la página MyGlass.
Pide permiso: Como con cualquier teléfono inteligente.
Habla, habla y habla: Con los comandos de voz, el usuario tiene libres sus manos para realizar todo tipo de tareas mientras ve el mundo desde otro punto de vista.
Explora tu alrededor: Aprovecha las gafas y busca novedades en tu mundo circundante.
El gigante de internet está ultimando el montaje de las lentes en gafas ‘normales’, las correctoras y de sol.
Y vosotros qué pensáis. ¿Es un riesgo real que se popularicen estas gafas? ¿Qué peligros entrañan? ¿Y ventajas?