Partiendo de una percepción básica, y sin entrar en variantes técnicas y religiosas, he llegado a la conclusión que la Meditación en si misma es el tiempo dedicado a la comprensión de la vida. Curiosamente la reflexión es el proceso de meditar. En esta comprensión si se pueden aplicar todas las variantes que se deseen, tanto religiosas, espirituales, morales o simplemente actuales y espirituales.
Al referirme a la vida lo hago en toda su extensión, incluyendo la propia y también la inerte que la componen los objetos que pueden proporcionar por sus significados, formas o colores del que están compuestos. Mi mirada muchas veces va mas allá de la admiración hacia los monjes orientales, fueren de la filosofía o religión que fueren. Y digo esto como una afirmación, porque existe en mi interior como pensamiento meditado, objetivo y concluido.
Por supuesto no es absoluto ni único, pero es el mío, tan respetable como el de los demás …
Con estas aclaraciones quiero liberar de la mente de los que puedan leerme, la lucha por la razón, por el orden o el debate que puedan originar mis palabras, esperando que se centren únicamente en mis reflexiones, es decir en el mensaje que pretendo lanzar al exterior de mi propia persona sin querer ni pretender influenciar a otras con el mismo, algo prácticamente imposible, lo sé.
No sé de Templos o Monasterios, de Cantos o Rezos, de Dioses o Paganos, solo creo saber andar con los ojos abiertos y observar a mi alrededor lo mas objetivamente posible. No ataco ni defiendo a Orientales o a Occidentales. No ensalzo o derribo a budistas o eclesiásticos solo pretendo entender porque necesitan serlo. Solo comprendo que son medicinas reparadoras de los males de las sociedades en las que vivimos o venenos que matan el intelecto de sus fieles seguidores creando falsos miedos de los que huir. Esas contradicciones son las que dificultan su comprensión. Al menos la mía.
La meditación tiene algo sumamente importante, la información. Esta nos conduce por los caminos desconocidos alumbrando nuestro conocimiento para poder comprender la vida. Dicho esto, me pregunto frecuentemente si los monjes son simplemente una forma de vida elegida, admirada, envidiada y deseada por los occidentales por su tranquilidad, paz y relajación que parecen desprender, o es simplemente una variante de las reflexiones occidentales alimentadas por la abundante y creciente información con la que podemos abastecernos diariamente los occidentales, y buscamos en ello el descanso y las respuestas a tantos millones de preguntas que crecen cuanto más aumenta nuestro conocimiento del mundo.
Y sigo preguntándome si esa abstracción que realizan de su entorno los monjes para lograr una elevación espiritual no es simplemente un acto de egoísmo y protección ante la sociedad global que nos rodea, o esa percepción solo se da precisamente en la reflexión occidental donde hoy por hoy la globalización humana es mucho más importante.
Bajo mi humilde creencia reflexiva, considero que hoy por hoy muchos occidentales no practican la meditación como filosofía o culto a la espiritualidad y el mantenimiento del cuerpo, a pesar que la basen firmemente en ellas, sino como una válvula de escape a las miles de influencias mentales, físicas e informativas que sufren.
Hasta la fecha no he conocido a muchas personas que practiquen la meditación como culto a su mente y a su cuerpo como dedicación casi exclusiva como realizan los monjes orientales. Me refiero a ello como practica real, no a tiempo parcial. ¿Estas conclusiones son solo producto de mi percepción o también forman parte de las de los demás occidentales?
Por supuesto todas estas preguntas y reflexiones no se las plantean en oriente, puesto que la mayoría se autoexcluyen de la vida diaria y también de las ciencias evolutivas de la información. Una información que por su pluralidad en occidente, puede incluso darnos muchos más baremos de conducta que en oriente. Y no me refiero a la información de la bolsa o del mercado de valores, sino precisamente a la existencia real de miles de culturas, de miles de formas de vivir, de miles de formas de pensar. Entre todas ellas alguien se puede atrever a decir ¿Cuál es la ideal, la mejor o simplemente la que puede aportar más felicidad de entre tantos millones de posibilidades?
Es decir, la principal característica ante la vida de los monjes budistas es el aislamiento. ¿No creen que les falten elementos suficientes para ejercer una meditación más completa?, o eso es precisamente lo que la hace que sea meditación oriental, la ausencia de las presiones e informaciones occidentales para realizarlas.
Más allá de las meras comparaciones religiosas, ¿no podría decirse que muchas de las personas beatas o creyentes que acuden regularmente a rezar en las iglesias o llamémosle incluso meditar en ellas, no son en parte también acciones similares a las de los monjes budistas? Curiosamente en Oriente son hombres en su mayoría y en occidente son en su inmensa mayoría mujeres.
¿Tan lejos están las mujeres de pañuelo negro en la cabeza, rosario entre sus dedos y crucifijo en su pecho, de los hombres con túnicas naranjas, cabezas rapadas y sonrisas perennes? ¿Porque despiertan tantas risas jocosas unas y tanta admiración y envidias otros?
Y entonces me pregunto de nuevo ¿Porque los seres humanos huyen hacia una meditación “naranja” cuando aquí hay reflexión de “negro” o al revés? ¿Tanto necesita el ser humano de la fe desconocida o de la abstracción de la realidad para enfrentarse a su entorno y a sus propios pensamientos? ¿Tanto miedo da mirarse a uno mismo por dentro?
Si, ya sé que el catolicismo tuvo épocas muy sombrías y avasalladoras, incluso despreciables, como todas las religiones que se crean en torno a una figura, sea de oro o de barro, negra o naranja, blanca o roja. Todas las asociaciones de personas con un denominador en común, son de por sí, una fuerza que puede ocasionar el mal en caso que se lo proponga o la dirijan hacia ese objetivo. Y por supuesto el bien que es en la mayoría de las ocasiones para suerte de nuestros semejantes.
Y mi conclusión o pregunta final a este escrito que espero que no se les haga especialmente aburrido o cansado, y eso que podría seguir y seguir interminablemente, pero si así lo hiciera solo dedicaría mi vida a esta labor y les puedo asegurar que tengo miles de labores tan o más fantásticas que esta, con todo mi respeto hacia las personas que me han leído hasta aquí y que les agradezco profundamente el tiempo que se han tomado en ello. Y como apuntaba al principio de la frase anterior la pregunta es la siguiente.
¿He realizado una meditación interior y espiritual oriental o una reflexión actual y espontanea occidental?
Yo, si me lo permiten, tengo la respuesta, mi respuesta por supuesto.
Meditación Oriental o Reflexión Occidental son tan válida una como la otra para lograr la fortaleza suficiente que necesita el ser humano para sobrevivir en esta jungla que habitamos. Unas personas con más ramas y flores, otras con más cables y asfalto bajo sus pies. Pero todas buscando el camino de la felicidad en nuestras vidas.
Y no nos olvidemos que también existen muchas personas que viven luchando por escapar precisamente de esas meditaciones o reflexiones para conseguir la libertad de expresión y vida, que anhelan y merecen, y que por desgracia toda filosofía, culto o dedicación sea oriental o sea occidental encierra en sí misma con sus reglas y prohibiciones.
Libertad para Meditar o Reflexionar, solo o acompañado, de naranja o de negro, siempre con respeto a la persona que habita bajo sus ropas y costumbres. Sin inculcar a nadie que lo que nosotros vivimos, pensamos o sentimos es mejor. Quizás es peor y no lo sabemos.
Gracias a todos por leerme y sobretodo muchas gracias por la existencia de esta página que me ha permitido expresarme con total libertad, algo que agradezco por la oportunidad de ser leído, y por qué no, saber que al menos tendría esa posibilidad, aun a pesar de no ser un visitante asiduo, ni tan siquiera esporádico. Digo esto con cariño, dulzura y respeto como aclaración, y por una simple razón, quizás yo pertenezca más a la parte urbanita reflexiva occidental que a la meditación espiritual oriental.
Pero Aki hay Relax para expresarme.
Un abrazo.
Ramón Robert
… Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio. (Gandhi)