Los kilos de más tienden a acumularse en la barriga, los muslos y los glúteos, esto es debido a que el cuerpo de una mujer tiende a acumular reservas en esta zona para recurrir en caso de necesidad durante la maternidad.
Piernas siempre en forma. Ejercicios, dieta y Yoga para ejercitar las piernas
Lo primero que tienes que hacer es evitar los tacones demasiado altos, también una exposición excesiva al sol, fumar. Deberás huir también de la vida sedentaria, camina y haz gimnasia de modo constante. Otros consejos son caminar en casa con los pies descalzos y en verano por la orilla del mar cubriendo el agua hasta los tobillos. Consume alimentos ricos en fibras.
Si tu trabajo obliga a estar de pie, concédete cada dos horas máximo una pausa de diez minutos y ponte de puntillas de vez en cuando. Caminar de puntillas también es un buen consejo para dar elasticidad a la pantorrilla. Ayúdate de cosméticos, cremas, geles anticelulíticos que extenderás en tu piel con un auto masaje.
Para la flacidez
“Correr, nadar o ir en bicicleta son las actividades con las que más rápidamente se tonifica el músculo y se contrarresta la flacidez”
Celulitis y acumulaciones de líquidos sin sal
Reducir el consumo y una dieta equilibrada previenen la llamada piel de naranja. Busca alimentos ricos en vitaminas y minerales como frutas o verduras y combínalos con las proteínas de la carne, el pescado, los huevos y las legumbres.
Pesadez y varices de prevención
Para prevenir los dolores producidos por el cansancio y las varices estéticas esta sociedad nos aconseja huir del sedentarismo, ducharse con agua fría de vez en cuando, abandonar la ropa demasiado ajustada y evitar fuentes directas de calor.
Postura de Utkatasana. La postura de la Silla.
[one_half]Esta postura les da fuerza a los tobillos, las pantorrillas, los muslos y la columna vertebral. La fuerza mayor se concentra en los muslos.
Estira los hombros y el pecho y estimula los órganos abdominales, el diafragma y el corazón.
Primero levanto los brazos por el frente hasta la altura de los hombros al momento de inhalar, luego al exhalar flexiono las rodillas bajando la pelvis hasta donde pueda llegar como si estuviera sentado en una silla.
Mantengo las palmas de las manos paralelas sin que lleguen a tocarse. La espalda derecha. [/one_half][one_half_last]
En la siguiente exhalación levanto los brazos hasta que quedan perpendiculares al piso, los muslos lo más paralelo al piso que se pueda.
En esta postura tiendo a acelerar el ritmo de la respiración por el esfuerzo que requiere, pero me concentro en mantener el ritmo pausado y de respiración profunda que he sostenido en las posturas anteriores. También me concentro para no tensar los hombros y el cuello. Siento la tensión en los muslos.
Si no se puede mantener la postura durante las 15 o 16 respiraciones para completar el minuto, en una inhalación bajo al mismo tiempo los brazos lentamente estiro las piernas para levantarme, manteniendo la espalda lo más recta posible.
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