Al «Respirar con Actitud«, uno se enfoca en su corazón y en el plexo solar mientras respira con una actitud positiva. Automáticamente, el corazón armonizará la energía entre el corazón, mente y cuerpo, incrementando la conciencia y la claridad.
Respirar con actitud
Esta técnica nos ayuda a anclarnos en el poder del corazón y a devolver el equilibrio a nuestros pensamientos y emociones.
Primero: Enfoca tú atención en el corazón cuando inhales y en el plexo solar cuando exhales. El plexo solar se encuentra por debajo del corazón, justo debajo del esternón donde se juntan el lado derecho e izquierdo de la caja torácica.
Segundo: Practica esta respiración un minuto para ayudar a anclar tú atención y tú energía ahí.
Tercero: Después, escoge alguna actitud, o pensamiento positivo, para inhalar y exhalar. Por ejemplo, puedes inhalar una actitud de gratitud y exhalar una de humildad.
Cuarto: Selecciona actitudes para respirar que te ayuden a compensar las emociones negativas y de desequilibrio de las situaciones por las que estés atravesando.
Practica diferentes combinaciones de actitudes que quieras desarrollar.
Puedes decir internamente:
Respiro Sinceridad
Respiro Coraje
Respiro Tranquilidad … o cualquier otra actitud o sentimiento que quieras o necesites. Incluso si no sientes el cambio de actitud al principio, te ayudará a alcanzar un estado en el que tendrás más objetividad y ahorrarás energía.
Al aprender a sincronizar el corazón, la mente y el cuerpo se incrementará nuestra conciencia y claridad.
Puede cambiar tu forma de pensar y sentir con la forma en que respiras. Puede cambiar tu ritmo cardíaco, disminuir tu presión arterial, reducir tus niveles de estrés y combatir la ansiedad, reducir la sensación de dolor e incluso cambiar la química de tu cerebro para que tu mente esté más aguda