A continuación te mostramos unas técnicas muy sencillas al alcance de todos, pero que tienen un enorme poder para calmar las emociones.
1. Crea un espacio seguro. Busca un lugar tranquilo, donde puedas sentarte durante unos 10 minutos. Pon música relajante y cierra los ojos. Imagina que estás en un espacio seguro, donde te sientes cómodo y a gusto. Usa tus sentidos: ¿Qué temperatura hay en la habitación? ¿Qué colores ves? ¿A qué huele? ¿Qué escuchas? A continuación, dibuja ese espacio seguro con la mayor cantidad de detalles posible. Guarda el dibujo, será un recordatorio constante de esa increíble sensación de paz espiritual. Además, puedes volver a ese lugar cada vez que lo necesites, cuando las emociones te provoquen mucho dolor y sufrimiento.
Fuente: Rincón de la Psicología